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type='html'>Ser protocolo de la primavera ufana
no tiene el almendro mas remedio,
donde concurren con azaroso ingenio
trigo, manantiales, río de temporda.
La nostalgia, en el efímero otoño sin grano,
aparece como broche de cierre a la apertura,
poniendo en triste situación de amargura
la ilusión que sufre un desengaño.
Irás como flor pensativa y vaga mirada,
descartando sola, sin sol ni esperanza,
la hoja que agota el rosal trasnochada.
Y asolada, sentirás la firme confianza
de ser tú y vivir, si tomas la vida con gana.
Que no todo acaba un verano en alianza.
II
Amor sentido. Fruta prohibida
cuajó la rama. Mensajera paloma
que al arrullo de besos se asoma
ruborosa la luna y sorprendida.
El absoluto rocío posa su armonía
en la virtual flor que brinda aroma,
con el ámbito celeste de la aurora
se apaga algún amor que ya prendia.
Pero el sol, siempre acomete la cizaña
con el resquicio del fragoso verano,
es el amor pan, que el trigo empana,
mies que va día a día, grano a grano,
creando ilusión o perdiendo la gana,
como la dulce caricia al desengaño.
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type='html'>Ser protocolo de la primavera ufana
no tiene el almendro mas remedio,
donde concurren con azaroso ingenio
trigo, manantiales, río de temporda.
La nostalgia, en el efímero otoño sin grano,
aparece como broche de cierre a la apertura,
poniendo en triste situación de amargura
la ilusión que sufre un desengaño.
Irás como flor pensativa y vaga mirada,
descartando sola, sin sol ni esperanza,
la hoja que agota el rosal trasnochada.
Y asolada, sentirás la firme confianza
de ser tú y vivir, si tomas la vida con gana.
Que no todo acaba un verano en alianza.
II
Amor sentido. Fruta prohibida
cuajó la rama. Mensajera paloma
que al arrullo de besos se asoma
ruborosa la luna y sorprendida.
El absoluto rocío posa su armonía
en la virtual flor que brinda aroma,
con el ámbito celeste de la aurora
se apaga algún amor que ya prendia.
Pero el sol, siempre acomete la cizaña
con el resquicio del fragoso verano,
es el amor pan, que el trigo empana,
mies que va día a día, grano a grano,
creando ilusión o perdiendo la gana,
como la dulce caricia al desengaño.
